Es verdaderamente importante en la vida de cualquier persona vivir con autonomía. Es aspiración de cualquier joven disponer de su tiempo, de su espacio, organizarse, planificar, en definitiva, tomar decisiones y avanzar en su vida.
Ser autónomo parece algo connatural al desarrollo vital de las personas, sin embargo, cuando hablamos de personas con discapacidad, sobre todo discapacidad intelectual, hemos tenido que tardar mucho tiempo, por el afán de protección de los padres y la visión asistencial de los servicios, en darnos cuenta que tienen esa misma aspiración y que conseguirla es igual de placentero para ellos que para cualquier otro chico o chica de su edad.
Hoy dejamos el testimonio de Andrés, un chico con Síndrome X Fràgil que ha iniciado su vida autónoma en un piso tutelado de ADCOR y que nos transmite estupendamente sus sensaciones en esta etapa de su vida.